El cuento de Winnie the Pooh original es un cuento infantil del escritor Alan Alexander Milne. Es una de las historias de animales más famosas, que ha llegado a todo el mundo y en diferentes idiomas, pues Disney hizo sus propias adaptaciones.
Hay diferentes libros que narran las aventuras del osito Winnie the Pooh y sus amigos, una película de Walt Disney del año 2011, dibujos animados y juegos interactivos. La versión reescrita del libro por Adivinanzas10.com en 2024 es un cuento corto para niños y niñas completo, pero corto y resumido. Los cuentos de Winnie Pooh son perfectos para leer a la hora de dormir o usar en la escuela gracias a las fantásticas ilustraciones e imágenes de Winnie the Pooh comiendo miel o jugando con sus amigos.
Puedes leer el resumen del cuento clásico original escrito en nuestra web online, o descargar la versión para imprimir en .pdf de la famosa historieta.
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Winnie the Pooh
Comenzaba un día de verano cualquiera cuando Winnie Pooh despertó de su sueño con un hambre atroz. El pequeño osito buscó por todas partes un poco de miel que no consiguió, debido a que tuvo hambre en la noche y se acabó todo lo que tenía guardado para el día siguiente.
“Siempre pasa lo mismo, dejo la miel en un lugar y desaparece sin avisar” – exclamó rascándose la cabeza.
Decidido a encontrar algo de comer, el oso Pooh tomó la decisión de ir a visitar a su amigo Piglet, para que lo ayudara a conseguir algo de miel en el bosque de los 100 acres.
Piglet siempre ayuda a Pooh en momentos de desesperación, pero en ese instante había salido de casa, por lo que el oso tuvo que salir a buscar miel solo, sin nadie que pudiera echarle una mano.
En el camino, su hambre se hizo cada vez más grande y pensaba que moriría si no conseguía un poco de miel pronto. Apresuró el paso y caminó un buen rato sin ver nada que comer, hasta que tropezó con algo que lo hizo caer.
“Qué torpe soy.” – dijo el osito Winnie
“Lo siento, me he parado a descansar un poco” – una voz salió de la piedra con la que Pooh pensó que había tropezado.
“Perdón, ¿estás hablando, pequeña roca?” – preguntó desconcertado Pooh.
“No soy una roca, soy una tortuga” – respondió la roca.
Pooh nunca había visto una “totura”, por lo que se le acercó un poco, lento y con cuidado.
“¿Qué es una “totura”?”
“No totura, tortuga. Soy una tortuga”
“Nunca había visto una tortuga”
“No hay muchas por aquí ahora mismo, yo me acabo de mudar. Christopher Robin me ha dicho que es un excelente lugar para vivir”
“¿Conoces a Christopher Robin? Es mi amigo, ¿también es tu amigo?”
Pooh se había sentado en el suelo cerca de la tortuga. Estaba cansado, su largo camino para conseguir comida lo había agotado y deseaba tener un compañero de aventura.
“Es mi mejor amigo junto con Piglet, ojalá estuvieran aquí.”, dijo apenado el osito.
“¿Quién es Piglet?”, preguntó la tortuga al osito.
“Es mi amigo, siempre me ayuda a conseguir comida cuando se me acaba, pero esta mañana no estaba en casa y tuve que caminar todo esto yo solo, estoy cansado y quisiera un compañero.”
“Podría acompañarte, pero soy muy lento, podrías aburrirte de mí con facilidad”
“Me encantaría algo de compañía”
Así fue como el oso y la tortuga emprendieron el camino hacía el lugar donde siempre había miel disponible para Pooh a un paso tan lento que parecía que nunca iba a terminar el camino.
“Creo que tendré demasiada hambre al llegar, podría comer todo de un solo bocado” – soltó Pooh exhausto esperando que la tortuga alcanzara el tramo que ya había recorrido él con facilidad.
“Tal vez deberías adelantarte, te alcanzaré en un rato”
Pooh aceptó porque ya su barriga gritaba del hambre y creía que moriría si no conseguía una cucharada de miel enseguida. Dejando atrás a la lenta tortuga, llegó al primer nido de abejas rápidamente y escaló el árbol para tomar la miel directo del panal.
“Debí traer un tarro de miel, seguro no podré llevarme nada a casa hoy” – pensó mientras escalaba.
Una vez arriba, las abejas lo molestaron un poco, lo cual fue problemático, pero consiguió hacerse con el panal. El problema era que, ahora que tenía la miel, recordó la razón por lo que siempre lleva un compañero. Pooh no sabe bajar de los árboles.
Se sentó a esperar mientras comía. Su nuevo amigo tortuga llegaría pronto y lo ayudaría a salir de ese embrollo. Pero el tiempo pasó y no llegaba, la miel se agotó y Pooh comenzó a desesperarse.
Estaba pensando ya en buscar una manera de bajar cuando vio que su amigo tortuga llegaba, en compañía del niño Christopher Robin.
“Pensé que necesitaríamos algo de ayuda” – dijo la tortuga con orgullo, viendo que tuvo toda la razón.
Christopher Robin ideó un plan para poder bajar a Pooh del árbol de manera segura. Consistía en utilizar una rama para que bajara poco a poco. Sin embargo, el oso había comido mucho y al colocarse en la rama, la misma cedió con el peso.
Pooh cayó sentado sobre un montón de hojas secas, que amortiguaron su caída. Christopher Robin le habló muy duramente de los peligros de actuar de esa manera sin pensar, sin comprender que Pooh era un oso.
Sin embargo, su enojo duró poco al comprobar que no se había hecho daño, por lo que decidió que era mejor volver para presentarles a todos a su nuevo amigo, la tortuga, que viviría con ellos a partir de aquel momento.
Aprendizaje, lección o moraleja de los cuentos de animales como Winnie the Pooh: esta fábula o cuento nos muestra que hay que saber esperar por aquello que deseemos, no debemos apresurarnos, mucho menos si es algo que no podemos hacer por nosotros mismos. El osito debería haber esperado a sus amigos para no sufrir ningún peligro.
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