El cuento El flautista de Hamelin es una fábula infantil, popular y tradicional que se ha transmitido de generación en generación por todo el mundo, una historia con una gran lección, escrita por los hermanos Grimm.
Hay diferentes versiones de la famosa historieta o cuento del flautista de Hamelin, incluso películas y dibujos animados, aunque se desconoce cuál es la versión original. La versión reescrita del libro por Adivinanzas10.com en 2024 es el cuento para niños completo, pero corto y resumido. Genial para leer a la hora de dormir o usar en la escuela gracias a sus fantásticas imágenes e ilustraciones.
Puedes leer el resumen del cuento corto clásico de los hermanos Grimm escrito en nuestra web, o descargar la versión para imprimir en pdf de la historia.
Otros cuentos, historias y categorías infantiles que pueden interesarte:
- El soldadito de plomo
- El lobo y los siete cabritos
- El ganso de oro
- Cuentos para dormir
- Cuentos de los Hermanos Grimm
El flautista de Hamelin
Érase una vez al margen de un enorme río del Norte de Alemania, una ciudad cuyo nombre era Hamelin.
Los residentes de la ciudad eran gente humilde cuyas vidas se desarrollaban felizmente en casas hechas a partir de grandes rocas. Poco a poco, Hamelin comenzó a crecer y a crear riqueza y prosperidad entre sus habitantes. Hasta que un día, un suceso irrumpió en la querida ciudad.
Por las calles de la ciudad siempre habían correteado ratas, pero nunca alcanzó el punto en el que sus habitantes se vieran en peligro debido a estas mismas, ya que los felinos controlaban la situación dándoles caza, pero de repente, estos roedores comenzaron a expandirse como una enfermedad y a crecer descontroladamente.
Así fue como la ciudad quedó infestada por las ratas, las cuales comenzaron entrando a los negocios y a las ganaderías, y cuando los recursos comenzaron a escasear en aquellos lugres comenzaron a comerse hasta las vigas de madera y las vestimentas de las personas. Poco a poco iban fulminando todo aquello que había, a excepción del hierro, ya que no eran capaces. Los ciudadanos acudieron al alcalde con sus quejas.
«Queridos ciudadanos de Hamelin, sabemos que estamos ante un problema muy serio, las ratas están devorando todo lo que se encuentran a su paso, desde hace semanas intentamos poner remedio a la situación, pero nada funciona»- Comunicó el alcalde en un intento de persuadir a sus ciudadanos.
«¡No podemos más! Nos estamos quedando sin alimento, sin camas donde dormir, sin ropa que vestir ¡Exigimos una solución!»- Gritó uno de los ciudadanos de Hamelin.
«Intentaremos proporcionar una solución lo más rápido posible, gracias por su paciencia»-Respondió el alcalde entre titubeos.
«Necesitaríamos un ejército de gatos»- Propuso uno de los habitantes.
«No es una opción, los gatos han muerto y otros han desaparecido»- Le contestó otro vecino.
«¿Y si las envenenamos?»
«¡Por favor! A penas tenemos alimento para nosotros, como para dárselo a las ratas»- Reprochó otro de los habitantes de la ciudad.
Mientras los habitantes discutían el problema entre ellos, un hombre muy alto y con brillantes ropas irrumpió en el lugar. Lucía un sombrero con una pluma de faisán y llevaba flauta travesera.
«Perdonad por la intrusión, pero vengo a deciros que he librado ciudades de escarabajos y murciélagos» – dijo el gran hombre- «y por mil monedas de oro, también puedo hacer desaparecer a estos roedores»
«¡Mil monedas de oro!»- exclamó el alcalde- «¡Le daríamos cincuenta mil si lo hiciera!»
«Pues así mismo haré, al amanecer no quedará rata alguna en Hamelin»
Aquel flautista esperó a los primeros rayos de luz y entonces comenzó a tocar su flauta mágica por las calles de la ciudad, y todas las ratas comenzaron a seguirle. Y junto a ellas cruzó el río, donde la corriente las arrastró y llevó lejos de la ciudad.
Pasadas unas horas, la ciudad de Hamelin estaba libre de toda rata, los ciudadanos quedaron maravillados, por lo que el flautista acudió a pedir se recompensa.
«Vengo a recoger mi dinero»- Dijo el flautista.
«¿Tantas monedas de oro? ¡Jamás! Ahora que todas esas ratas han muerto, agradece con 500 monedas»
«Lamentarás haberme engañado»- Advirtió el flautista al alcalde.
Todos quedaron asustados ante estas palabras, pero el alcalde complacido contestó:
«Nos acabamos de ahorrar 500 monedas de oro».
Por primera vez en mucho tiempo, los habitantes de Hamelin se fueron a dormir sin la preocupación de las ratas, pero de pronto, comenzó a oírse el sonido de una melodía de flauta que solo los niños podían escuchar. Se vieron tan atrapados por aquel maravilloso sonido que comenzaron a seguir al flautista.
El muchacho de la flauta mágica llevó a todos los niños a través del bosque, de ahí a una alta montaña. Desde allí el flautista comenzó a tocar una melodía diferente a las otras dos y la puerta a una cueva se abrió.
Los niños continuaban hipnotizados por la música del flautista y entraron a la cueva, y tras pasar el último de ellos, la gran puerta se cerró.
Desde ese día nadie volvió a ver a los niños. Tan solo uno de ellos logró escapar, pues en ese momento se encontraba cojo y no pudo seguir el ritmo de los demás niños, así que, cuando la puerta se cerró, él quedó fuera. Al despertar del maleficio que lo tenía hipnotizado, corrió al pueblo a contar lo ocurrido.
Largos años pasaron hasta que la voz de un niño volvió a resonar entre las calles de Hamelin.
Moraleja del cuento del Flautista de Hamelin: se deben cumplir las promesas cumplidas, la avaricia y el egoísmo puede traer terribles consecuencias, como les ocurrió al alcalde y los demás ciudadanos, al no dar al flautista las monedas de oro acordadas.